Burnout y maestros de yoga

 


¿Últimamente te has sentido agotado por dar clases de yoga? En estos años de pandemia

hemos visto burnout o síndrome de desgaste profesional en muchas esferas y los

maestros de yoga no estamos exentos de sufrirlo, aunque nos encante nuestra profesión.

El yoga es muy demandante para los maestros porque no solo requiere esfuerzo físico,

sino preparación intelectual para hacer clases que inspiren a los alumnos, requiere mucha

observación y capacidad de comunicación para ayudar a los estudiantes a progresar y

requiere empatía para conectar con los estados físicos y emocionales de cada alumno y

responder a ellos. Además, las clases por zoom requieren más energía y pagan menos que

las clases presenciales.

Burnout es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

desde 2019, que se define como “un síndrome resultante del estrés crónico del trabajo

que no ha sido gestionado con éxito”.

A finales del año pasado me encontré sintiéndome increíblemente cansada todos los días,

aunque hubiera dormido mis 8 horas. Seguí con mis clases, pero realmente estaba

agotada. No había cambiado nada de mis rutinas ni el número de clases que estaba dando

desde que inició la pandemia, pero me sentía consumida y tronada.

Una de mis mejores amigas, Gabriela Guzmán, había sufrido de un Burnout severo hace

algunos años y lanzó un podcast muy interesante sobre el tema: Escape From the Burnout

Society. Mi cansancio comenzó a tener sentido cuando recordé sus palabras:

El Burnout tiene 4 dimensiones:

1.- Físico: Qué tan cansado estás y qué tanto te enfermas.

2.- Memoria: de corto y largo plazo se afecta, te vuelves muy olvidadizo.

3.- Emociones: fuera de control, no puedes lidiar con negatividad, enojo o tristeza,

estás irritable o inseguro.

4.- Despersonalización: cinismo e insatisfacción en el trabajo.

Yo tenía 3 de éstos síntomas. ¿Cómo era posible, si a lo que me estaba dedicando

era a dar clases de Yoga?

Burnout no es una palabra intercambiable con estrés general. El estrés existe de

forma crónica y se convierte en algo parecido al Burnout cuando experimentas

agotamiento crónico, cinismo, desinterés e ineficacia.


El Burnout es complejo. Las personas lo simplifican cuando solo se enfocan en el

agotamiento y prescriben remedios de autoayuda como dormir más, técnicas de

administración del tiempo o hacer ejercicio como soluciones rápidas.

Los factores más importantes que impulsan el Burnout se encuentran en el

entorno del lugar de trabajo. Para que las organizaciones reduzcan el agotamiento, deben

abordar sus causas y aplicar soluciones en el trato con sus empleados. El agotamiento es

causado por un desequilibrio entre las demandas de su trabajo (aspectos de su trabajo

que requieren un esfuerzo y energía constantes) y los recursos del trabajo (aspectos de su

trabajo que son motivadores y dan energía, como sería la remuneración económica y/o el

reconocimiento).

Hay seis aspectos del trabajo que los jefes deben de tomar en cuenta para

proteger a sus empleados del burnout:


- Darles opciones sobre cómo y cuándo realizar las tareas relacionadas con

su trabajo.

- Regular la carga de trabajo y presión de trabajo (particularmente

problemático en combinación con la crisis económica de la pandemia).

- Revisar que haya apoyo por parte del líder / colega para dar un sentido de

pertenencia y buena comunicación en el trabajo.

- Evitar la injusticia: no al favoritismo o a la toma de decisiones arbitrarias.

- Que haya coherencia entre los valores y la toma de decisiones: revisar que

lo que se considera importante sobre el trabajo coincida con el entorno en

el que se encuentra.

- Dar reconocimiento: ofrecer retroalimentación y agradecimiento cuando es

merecido.

Estos son problemas organizativos que no se pueden solucionar solo con yoga,

meditación o bienestar. De hecho, tres de estas demandas laborales (carga de trabajo,

poca autonomía y falta de apoyo de un líder / colega) se encuentran entre los 10

problemas más importantes en el lugar de trabajo que afectan la salud.

Como maestra de yoga, me cayó el veinte que lo que necesitaba era aprender a decir que

no. Necesitaba aplicar el desapego (Vairagya) y terminar ciclos para empezar otros

nuevos. Necesitaba recordar que lo único que no cambia es el cambio. Necesitaba

agradecer lo aprendido y soltar el resto para poder tomar un rumbo nuevo. Después de

tomar decisiones y de hacer yoga restaurativa un par de semanas, poco a poco voy

recuperando energía para ver mi práctica y enseñanza con renovada motivación y

creatividad.

Bienvenido el 2022!


Yoga Kala, Revista de Yoga Iyengar de



AMYI
, Dic. 2021

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